miércoles, julio 26, 2006

La lluvia de pelotas de golf de esta tarde, hizo lo que no pudieron 7500 kilómetros de rutas argentinas.
Hoyo en uno en el parabrisas.
Son los momentos que me enemistan con la naturaleza.
Aunque pensándolo bien, por suerte era el auto, y no el marote.
Amigas de nuevo.

jueves, julio 20, 2006

Hoy por la mañana mientras iba a trabajar (tarde como siempre), miraba grupos de chicos de secundaria reunidos en las esquinas, obviamente "rateados" de sus respectivas escuelas, y prontos a festejar el día del amigo. Me di cuenta que cada año que pasa, las festividades me emocionan menos. Por ejemplo, caí en la cuenta que no había comprado ni un regalito alusivo. Yo, que hasta hace un par de años dedicaba horas y horas a la creación de distintas artesanías para estas fechas, después de una alocadísima carrera comprando materiales nuevos cada vez, lo cual siempre favoreció mi perfil de compradora compulsiva. Asocié inmediatamente en mis pensamientos, que tampoco me dedicaba más al armado de paquetes navideños los días de diciembre, y que últimamente todos los regalos que aparecían a las doce estaban en su envoltorio original y con un papelito insípido que identificaba de quien era cada uno.
Es increíble cuantas cosas se le pasan a uno por la cabeza en un segundo. Agradezco profundamente no haberme llevado un auto por delante en el tiempo que pasó todo esto por mi cabeza.
Pero a que venía?
Supongo que tuve un poco de envidia del entusiasmo escolar, y me sentí mas vieja. Como la primera vez que tuve que responder que tenía treinta años. Como cada vez que alguien me dice señora, y yo insisto en mirarme el anular izquierdo para comprobar que nadie puso un anillo ahí. Estoy grande, la carita se me va arrugando, y cada mañana dedico cinco minutos a arrancarme canas que antes no tenía. Detesto hacer colas para entrar a algún lugar un sábado, y ni hablar de venir semidormida al trabajo después de trasnochar.
Que tiene que ver esto con los moños navideños y las artesanías del día del amigo?. Creo que la respuesta es que cada vez menos cosas me sorprenden, y paso a ser espectadora de la respuesta de aquellos mas jovenes. O simplemente no acepto dejar de ser parte de alguna etnia, que simplemente, está tan desorientada como yo, o lleva sus chicos al colegio.
Como adolescer de ser adolescente.
Bah, un paradoja mas en esta vida.

viernes, julio 14, 2006

Sencillamente, me gusta reir.

jueves, julio 13, 2006


Elijo traducirme para entenderme. Pasar a palabras espacios que no se parecen a los que habito a diario. Donde el tiempo no es uniforme, ni cronológico. Donde los recuerdos nuevos pueden verse lavados, y los viejos cada vez mas nítidos. Espacios donde no hay lenguaje, y una palabra se encima con otra, con otra, y otra más. Algunas susurradas, otras furiosas, y otras recitadas de memoria, como para el acto escolar.
Elijo traducirme porque ya no quiero cargar mi biografía en arameo.
Aunque traducirme sea tan difícil como explicarle el color verde a un ciego.
Cuento con lugares internos que solamente yo conozco. Adonde no puedo ir por voluntad propia. De donde a veces no puedo salir. Cada uno con su paradigma particular, su tiempo, su atmósfera.
No quiero alisar las telarañas, ni desatar los nudos, solamente intento trazar caminos, para poder ir, y más que nada, para ser capaz de volver.
Ordenar los hechos, las historias, los lugares.